EL BOYS RUMBO A BERLIN

Publicacion: Cronica Viva
Autor: Roberto Salinas

Una historia apasionante, como las que suelo contar sobre los primeros campeonatos de Primera División de nuestro fútbol, especialmente aquellos en los que estuvieron involucrados los universitarios de la Federación Universitaria de Fútbol, convertido en Universitario de Deportes en 1933, así como los íntimos de Alianza Lima, cuya partida de nacimiento está registrada el 15 de febrero de 1901, siendo con el Cienciano, también de ese año, en los más antiguos del balompié nacional.

Sport Boys, fundado el 27 de julio de 1927, logra su ascenso en 1933, junto con el Mariscal Sucre, que campeona ese año en la Segunda División. Ya saben que en 1933 el título fue para Alianza Lima, que completó el primer “Tri” de la historia, mientras que el del año siguiente, 1934, lo ganó la “U” luego de tenaz lucha de sus dirigentes, pues inicialmente se había declarado al Alianza dueño de título, pero solo por un cuarto de punto.

Luego de varios meses, finalmente la Federación Peruana de Fútbol declaró empatado el primer lugar y el partido de definición lo ganó Universitario 2-1, con goles de «Lolo» Fernández y de Vicente Arce, por los cremas, y de José María Lavalle por los íntimos.

Pero en 1935 Sport Boys da el gran batacazo en el campeonato y, contra todo pronóstico, gana invicto el título, venciendo a Universitario 3-1 y 2-0 al Alianza Lima. Y eso no es todo. También se impone a los equipos visitantes, de la temporada internacional, especialmente al Belgrano de Argentina, que había derrotado a íntimos y cremas, luego de reñidos encuentros.

Sport Boys le ganó 1-0 con anotación de Jorge «Campolo» Alcalde, un virtuoso con la pelota y de la misma fibra y alcance que Alejandro Villanueva y “Lolo” Fernández, que ya eran palabras mayores.

Para 1936 la Federación Peruana de Fútbol determinó no organizar campeonato, para dar paso al adiestramiento del seleccionado que nos representaría en los Juegos Olímpicos de Berlín de ese año. Luego de los partidos amistosos internacionales, en los que el único club que ganó sus partidos fue el Sport Boys, el directorio de la Federación aceptó el desafío del Boys para tener una confrontación con el combinado que se alistaba para la Olimpiada. Debían jugar el domingo 17 de mayo. El día previo, “El Comercio” hace un comentario para indicar que mejor sería que Boys se reforzase, pues enfrentar al combinado, donde estaban las grande figuras de Alianza y Universitario, podría ser fatal. Y para que hubiese equilibrio de fuerzas, reclamaba un Boys reforzado que permitiese denominarlo Selección del Callao, como igualmente se le denominaba Selección de Lima, al equipo que se adiestraba para asistir a Berlín.

Pero la gente del Boys no hace caso a la sugerencia y decide jugar con su equipo titular, el que había logrado el título del año anterior y que seguía invicto en la temporada internacional. La escuadra rosada formó con Marchena; Pardo y Chapell; Portal, Castillo y Pacheco; Paredes, Álvarez, Jorge Alcalde, Ibáñez y Teodoro “Prisco” Alcalde.

Por la selección de Lima, que adiestraba Alberto Denegri, de reconocido paso por la Federación Universitaria y Universitario de Deportes también, estaba lo más graneado, aquellos cracks que con el nombre de «Rodillo Negro», venían de terminar invictos en cinco partidos en famosa gira a Chile: Valdivieso; A. Fernández y V. Lavalle; D. García, Arce y Jordán; J. M. Lavalle, Magallanes, Villanueva, Lolo y Morales. ¡Un equipazo!.

Y en su edición del lunes 18 de mayo de 1936, el diario «El Comercio», publica en su primera página, el titular: IMPONIENDO SU MEJOR TECNICA Y RAPIDEZ EN EL / JUEGO “SPORT BOYS” DERROTO POR 3-1 / A LA SELECCIÓN DE LIMA Y en una bajada explica: Algunos jugadores limeños actuaron bruscamente para anular a sus rivales, ante quienes, deportivamente, se sentían inferiores. Juan Bulnes impuso su autoridad de árbitro.

En el comentario se reseña que en los primeros minutos de jugo, ya se hizo notorio el juego brusco de los limeños, que no podían controlar los avances porteños. Al segundo minuto, nada más, Arturo Fernández detuvo malamente a “Campolo” y el árbitro sancionó penal. Pero el golero Valdivieso estaba tan molesto, que le aplicó un puntapié a Bulnes, quien debió expulsarlo. Se armó un lío que motivó el ingreso del DT limeño para ver si el árbitro cambiaba de actitud. Lo único que consiguió es que, contra el Reglamento, ingresase Honores para ocupar el puesto de Valdivieso en el arco limeño.

L gol de penal lo concretó “Prisco” Alcalde y su hermano “Campolo” marcó el segundo de hermosa media vuelta, cuando recién se jugaban 5 minutos. El partido continuó as favor de los chlaacos, cuyo medio campo y defensa se batía bien ante los ataques de los limeños, no permitiendo armar juego a Villanueva, ni a Magallanes. En una entrada de “Campolo” Alcalde, Arturo Fernández lo frenó a la mala y el árbitro debió expulsarlo. Hubo reclamos airados, pero Bulnes se mantuvo en su decisión. El mismo “Campolo” marcó el 3-0 antes de irse a camarines.

En la complementaria el juego siguió igual, ante el asombro y rechazo del público, pues los limeños buscaban frenar a la mala a los chalacos, que sabiéndose ganadores por 3-0, buscaron no exaltar a los rivales. Finalmente llegó la anotación de Lavalle que puso el 3-1 final.

Pero este resultado motivó que los periodistas, hinchas y autoridades pidiesen que los once titulares del Sport Boys fuesen incluidos en el equipo olímpico, cosa que se hizo efectiva en la semana siguiente. Hubo que rearmar el equipo es verdad, debió salir Honores, por ejemplo, para permitir el acceso de Marchena, y así por el estilo. Lo cierto es que los once titulares del Boys campeón de 1935 fueron incluidos en el equipo olímpico y que de ellos brillasen, con luz propia, Segundo “Titina” Castillo, talentoso medio campista, Jorge “Campolo” Alcalde y su hermano “Prisco” que se lució ante Finlandia, al que goleamos 7-3. Pero esa es otra historia, que la contaremos en otra ocasión....