"EL BOYS ES MI VIDA ENTERA"

Carlos, debes ser de los pocos que pueden caminar sin temor por las calles más ‘picantes’ del Callao.

Por suerte, siempre la hinchada me ha tenido mucho cariño y respeto. El del Boys es un hincha muy difícil. O te quiere o te odia. Pero que yo recuerde, nunca me he ido pifeado del Miguel Grau.

¿Qué caracteriza al juego del Sport Boys?

Siempre se ha caracterizado por ser un equipo aguerrido, de buen fútbol y de mucho carisma dentro y fuera de la cancha. En el equipo siempre hay mucha alegría, como debe ser. Toda la gente chalaca es así.

¿Por qué es diferente jugar en Boys que en cualquier otro equipo?
Lo que pasa es que yo soy hincha del Boys de toda la vida. Hasta barrista he sido. Además, soy chalaco. Con la rosada me rompo, me doy íntegro dentro de la cancha. El cariño que recibes de la hinchada es un adicional.

¿Pero es más dificíl dejarla satisfecha?

Es menos gente la que va al estadio, pero parece que fueran cinco o seis veces más porque joden como… (risas)

¿Quiénes fueron tus padrinos cuándo debutaste?

Martín Duffó y Ramón Anchisi. Ellos siempre me aconsejaban cuando debuté en el 91. Recuerdo bastante la campaña del 84, en que el equipo fue campeón. Yo era un niño y me ilusionaba jugar algún día por el Boys.

¿Desde tus inicios fuiste de los más palomillas?

Sí, siempre trato de poner la chispa en los camerinos. Soy el que más se ríe, el que pone las chapas y la música. Nuestros vestuarios siempre parecían salsódromos… por la música, digo (risas).

¿Te sientes satisfecho con lo que has hecho por el Boys?

En Boys he mostrado mi mejor nivel. Creo que nunca he decepcionado. Solo me da un poco de bronca nunca haber salido campeón.

¿Qué sentiste al ver al Boys en Segunda el año pasado?

Fue algo muy triste, pero siempre confié en que volvería a subir. Los muchachos le pusieron pundonor y garra, pese a que la parte económica no ayudaba en muchas ocasiones.

¿Te ilusiona seguir jugando por Sport Boys?

Por supuesto. Si no tuviera ilusión, no estaría acá. Yo amo mucho al club. Es como estar en mi casa.

La última. ¿Qué representa el Boys en tu vida?

Es mi pasión. Me entra nostalgia cuando salgo a la cancha. Siento a la gente, ese cariño y se me pone la piel de gallina. Siempre quiero hacer el mejor partido de mi vida y dar todo lo que puedo dar. Me mato en la cancha para que la gente vuelva feliz a su casa luego de ver ganar a su equipo. El Boys es mi vida entera.