martes, 19 de marzo de 2013

“¡PRESIONÁ!, ¡DALE!, ¡VOLVÉ!”

Por : Pedro Garcia
Cortesia: CMD

Dicen que tiene una foto de Bielsa en el velador y que el nombramiento del nuevo Papa no le interesa tanto como que Don Marcelo, receptor de toda su fe, vuelva a dirigir a Argentina en un mundial. También se dice que cuando, en primera fase, la albiceleste quedó fuera de Japón-Corea estuvo de luto un mes completo, sin hambre, sin sueño y sin poder aceptar que un insulso equipo sueco haya despachado a casa al súper cuadro que armó su referente ideológico, Marcelo Bielsa. No podía ser, lamentaba Jorge Sampaoli, que la fórmula del vértigo y la verticalidad, mandamientos primero y segundo del loco de Rosario, no funcionase con Batistuta, Ortega y Verón. “Cómo va a ser”, seguramente dijo amargamente el entonces desconocido Sampaoli, quien en esa época, año 2002, acababa de estrenarse como técnico en  Perú, país generoso.

Lo limpiaron rápido del Aurich, total, no era nadie. Luego, pasó que otro equipo nacional necesitaba un técnico barato y fue así que ancló en el Boys, donde en un comienzo algunos jugadores no sólo desconfiaban de sus métodos sino que hasta se permitían llamarlo “pelado”. Pero el pelado estaba dispuesto a bancársela nomás porque de verdad quería dirigir y, en todo caso, mudo tampoco era, tenía sus recursos el santafesino: un día los rosados ganaron con un gol marcado tras un centro impecable de uno de los porteños que lo tenían seco a punta de irreverencias y, durante el festejo en el vestuario, disparó: “Soy una máquina, muchachos, ¿eh?, conseguí que al fin Corcuera tire un centro como la gente”.

Jorge Sampaoli, que almorzaba en menos de seis minutos y que nunca hizo una sobremesa para poder irse rápido a ver videos, rara vez hacía fútbol en los entrenamientos. Lo suyo consistía en trabajar por líneas y, claro, en hacer mil veces la pelota parada. ¿Su sistema defensivo? Muy fácil, el mismo que el de Bielsa, o sea, “corremos todos”.

Una vez, a uno de los extremos de su equipo no paraba de gritarle desde el borde del campo del Miguel Grau: “¡Presioná!, ¡dale!, ¡volvé!” El hombre que iba e iba por la raya no podía meterse en el partido porque escuchaba permanentemente la voz de su entrenador y cuando no pudo más, tras un nuevo grito en el oído, se detuvo de manera abrupta frente a la zona técnica y lanzó a quemarropa: “¡La p… madre, déjame jugar!”. “¡Andá a la c…de tu madre”!, le respondió, ofendidísimo, Sampaoli.

Calenturas de partido al margen,  Jorge Sampaoli siempre intentaba dialogar con sus jugadores. De fútbol, claro. En cierta ocasión, el equipo de Cristal tenía que desplazarse desde Chincha, sede de la pretemporada, hasta La Florida. Como Jorge Soto había llevado  su propio auto a la concentración sureña y tenía que manejar de vuelta, el técnico le preguntó al futbolista celeste si podía acompañarlo. Al Camello no le quedó otra que aceptar y se peló bien pero bien feo porque durante los 200 kilómetros del viaje Sampaoli no hizo otra cosa que hablarle de lo que pretendía tácticamente de él.

El nivel de obsesión por el trabajo que siempre tuvo Sampaoli lo ha hecho capaz incluso de  marcar el teléfono de su jefe de prensa a las cinco de la mañana para que éste le despeje una duda sobre cierto asunto ocurrido el día anterior durante los entrenamientos. La versión la recogimos en el Rímac, donde entrenó por última vez en nuestro país. Sucede  que el actual técnico de la Selección Chilena no cree en nadie. Sólo en Bielsa, naturalmente.

Un día del año 2011, con ésta cerramos, lo encontramos de casualidad en un gimnasio de Santiago. Corríamos en una trotadora y él se montó en la máquina del costado: no nos paró de preguntar por jugadores que había conocido en el Perú, hasta nos pidió el favor de conseguirle el número de Kukín, a quien al parecer estimaba mucho. Hasta ahí, todo bien. Lo malo fue que luego quiso saber con qué equipo se iba a presentar esa noche Alianza Lima frente a su U de Chile. ¿Se olvidaba de que su interlocutor era peruano? No le dijimos nada, obvio, pero, enfermo como es de la información de primera mano, insistió más tarde. Qué tipo éste para reventarnos el teléfono. Nunca le contestamos.

4 comentarios:

  1. Zona Rosada, a ver porque no critican a la administracion temporal y a los que estan a cargo que han dejado que el jugador antonio serrano se vaya a otro club. Tan informal es el administrador Sedano que publica a los 4 vientos que serrano es del boys cuando nunca le hizo un contrato y es por eso que le ofrecieron mas billete y agarro sus chimpunes y se fue.

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  2. si pues no informan nada, quieren tapar el sol con un dedo, seguro q si estaba machito y la bozzo al toque sacaba un informe diciendo q la argolla no lo quizo, yo ya lo dije anteriormente esta administracion a sido el causante de todo, hasta ahora no logra nada, mas bien nos cago al hacernos bajar, este sedano debe de aprender de los administradores de alinaza y la u

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  3. realmente es una lastima que sigamos en lo mismo.he leido que hay varios hinchas preguntando por el tema serrano y ninguna de las redes vinculadas al club informa la verdad.
    tanto zona rosada como identidad rosada no hacen ningun comentario. al parecer el administrador temporal les esta pagando para que no hagan comentarios en contra de su mala gestion.

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