Un pase largo de Santiago Salazar cerca al area fue bien recepcionada por Sergio Ibarra quien en primera dio un pase perfecto a Gabriel Silvera que de un derechazo fuerte arriba logró batir la valla de Oscar Ibañez, inmeditamente fue en busca de su señora esposa que estab en Occidente para enseñarle las media de su hija Tatiana que tenia ocho meses de nacida, un gesto muy simbolico de un jugadorazo como era el uruguayo Silvera quien nos regalo una alegria aquella noche.
Gabriel Silvera un uruguayo que peleaba todas las pelotas hasta la ultima jugada, un volante que marcaba la diferencia y tenia un fisico espectacular producto d eun profesional que trabajaba 24 x 7 por el Sport Boys del Callao
0 comments:
Publicar un comentario