viernes, 12 de abril de 2013

EL BOYS DE DON ATILIO



Por Pedro Garcia.

Siempre se afeitaba a la antigua: agua caliente primero, agua fría después; brocha gruesa, espuma casera y navaja de barbero, pero esta vez decidió que ya no le daba el tiempo y por eso tampoco probó los frejoles con pescado y rocoto molido que, desde hace más de 45 años, su mujer le prepara cada domingo. Lleva una guayabera recién planchada, el peine en el bolsillo y unos zapatos negros que ya levantan la mano con roche para pedir su cambio. No se vuelve a mirar al espejo, apura el paso y por eso olvida sus llaves. Portazo y ladrido del perro. “Chau vieja, me voy al estadio”.

Parece mentira pero don Atilio todavía no se acostumbra a la amplitud del Miguel Grau y por eso reniega un poco este hincha impenitente del Sport Boys. Mucho mejor era el Telmo, repite a menudo, “con ese clima achori que solito achicaba rivales y con esa platea tan cercana a la cancha que si estirabas un poco la mano lo tocabas al wing de ellos”. Ni siquiera el olor a fritanga de pejerrey es el mismo en el Grau, insiste con su voz medio ronca Atilio Arenas, 74 años y correcto ex trabajador de la Marina Mercante. Si habrá gastado garganta este terco chalaco que de niño vio brillar a Valeriano y que desde hoy se dispone a no faltar a ningún partido por el ascenso, como en el 89, cuando el Carbajo fue escenario de un retorno tan electrizante como justo gracias a los goles de un brasileño piernón e impredecible que respondía al nombre de Carlos Enrique Paris.

¿Quién hará los goles en el Boys de este año?, ¿los hará acaso el también brasileño Leandro Franco? Imposible saberlo. Lo que sí se sabe, en cambio, es que Franco no tendrá una posición fija en el ataque rosado. Ira tanto de 9 como de 7, o quizá de 11. Para los contrarios será difícil referenciarlo en la cancha porque este Sport Boys versión Jorge Espejo pretende hacer de la dinámica su arma más valiosa y complicada de contrarrestar. Claro, a don Atilio solamente le interesa que la rosada gane para volver a ser feliz y para que las habituales mulitas de pisco puro de después de los partidos queden plenamente justificadas.

En la incertidumbre de cada pitazo inicial, de todas maneras, los mismos ojos que en los años cincuenta vieron al Tanque de Casma cañonear con la cabeza verán ahora que al fondo de la zaga se parará el Chino Huamán junto a otros dos experimentados en primera: Jorge Araujo y Kerwin Peixoto. También notará don Atilio, que de fútbol sabe un huevo, a no cojudearlo, que Pedro Román y Joseph Muñoz correrán obsesivamente por las rayas porque desde ahora la misión de ambos será la de vivir consagrados al ida y vuelta.

“¿Y el fútbol quién lo pone?”, se preguntará este habitual transeúnte de la porteña calle Teatro cada vez que las cosas no caminen muy bien. La teoría, en todo caso, dice que la mayor lucidez debería aparecer por el medio, con Kike Ismodes y con Johan Vera, o sino con Piero Casella y la Chola Salazar. Cuatro nombres para dos puestos. Tendrá que elegir Espejo, seguidor de la escuela de Jorge Sampaoli en eso de jugar con tres centrales y de atacar con dos extremos y un punta.

Ya está sentado en la tribuna don Atilio. Por ahora prefiere no fumar. Mientras se pide el primer marciano de la tarde, tal vez arrepentido de no haberle metido tenedor a los frejolitos, calcula que la gloriosa misilera no tarda en aparecer por el túnel y su cálculo, al parecer, es preciso porque ya los pirañas de siempre se han trepado a lo más alto del alambrado y comienzan ellos mismos a soltar kilos de papel picado, que es cuando los vozarrones de los otros se comienzan a escuchar más fuertes y los vozarrones de los de más allá también y es precisamente en ese instante de completo trance que don Atilio Arenas, que gritó cada uno de los más de cien goles que hizo Valeriano López con chompa rosada, lo evoca clarito al Negro de Ebano, lo visualiza clarito con su metro ochentaiocho y su frentazo descomunal, rememora inmediatamente el título de 1951 y, viendo ahora sí a los once del Sport Boys en la cancha, no le queda otra que secarse las lágrimas.

6 comentarios:

  1. Elegante mi tio.....bien ZONAROSADA .....VAMOS BOYS CARAJO!!!!!!

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  2. Certeza y excelencia es lo que brindas a los lectores, Zona Rosada!. Gracias. Es un deleite leerlo.

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  3. esas son las cronicas k motivan mas a ser HINCHA ROSADO tenemos un sinnumero de historias mas en este año k regresaremos x la puerta grande VAMOS BOYS CARAJO

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  4. Sigan con esas crónicas, queremos leer historias y no lloriqueos de hinchas vejestorios, por favor éstas crónicas animan. sigan así basta de ya de tias pocos floros, q en realidad no representan a nadie. Solo bulgaridad y frivolidad, Hay hinchas viejos que tienen muchas anécdotas amigos de zona rosada.gracias

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